Cheetah 03

Nicolas h. palacios, josé luis carabajal, alberto p. romano

Agradecimientos

Dado que Nicolás Palacios falleció en Mayo de 2020 en Brasil, reconstruir la historia fue un arduo trabajo que requirió la colaboración de muchas personas. A ellas, nuestro mayor agradecimiento:

  • José Luis Murgo – Coche Argentino

  • Gustavo Feder – Autohistoria

  • Alejandro Pugliese

  • Juan Sciurano

  • Graciela Murgo y Sandra

  • Marcelo Gabriel

  • Ignacio Norberto Graciano

Cheetah 03 – Por José Luis Murgo

Nicolás H. Palacios proyectista especializado en plásticos y abocado al proyecto naval y automotriz, luego de un intenso período de desarrollo y pruebas de prototipos presentó al público el Cheetah 03, un convertible deportivo del tipo 2+2 con mecánica de Citroën Ami 8.

En los años sesenta, durante sus estudios se dedicó al automodelismo además de fabricar algunas carrocerías y chasis de competición, haciendo luego diseños de autos de carrera por encargo, trabajó como proyectista naval en Astarsa para finalmente iniciarse en la industria del plástico reforzado.

En 1973 comienza el desarrollo y proyecto del Cheetah, correspondiéndole los números 01 y 02 a los primeros prototipos, que terminarían en la versión final llamada 03.

El Cheetah 01 fue realizado en el astillero Juanjo, que posteriormente se incendió, siendo el 02 un diseño intermedio.

Luego de desarrollar el proyecto y diseño final se asocia con José Luis Carabajal (Técnico Mecánico ligado a la fabricación elementos plásticos) y Alberto P. Romano (Técnico de Servicio de los automóviles Citroën) ambos amigos de Palacios. Con sus socios comienzan a trabajar en la construcción de modelos y moldes, para fines de 1974 el primer auto estaba terminado.

Se contó también con la colaboración de taller de Modelos Argentinos a través de su propietario Juan A. Gayá.

El diseño cumplía las siguientes premisas:

  • Chasis y mecánica Citroën por su robustez, fácil mantenimiento y reconocida economía.

  • Facilidad en el armado y manutención del vehículo.

  • Líneas de estilo europeo adaptadas al tipo y cilindrada del vehículo.

El chasis del Ami 8 era cortado de tal manera de disminuir su distancia entre ejes en 15 cm al que se le agregaban 2 largueros (1 por lado) para tener mejor apoyo de la carrocería.

La carrocería del Cheetah era del tipo cuña de líneas rectas con un ángulo de 2º respecto a la horizontal, con una banda saliente lateral que se prolongaba por delante y atrás conformando los paragolpes, que en la parte trasera se cortaban en una abertura para dar lugar a la rueda de auxilio que quedaba a la vista, en la parte delantera contaba con faros rectangulares embutidos.

La carrocería estaba compuesta por 5 partes centrales moldeadas en resina poliéster de un espesor promedio de 2,5 mm, dichas partes salían de la matriz con una capa de gel-coat pigmentado y luego pintadas con lacas acrílicas, eran desarmables y reemplazables unidas entre sí y al chasis por medio de tornillos.

El parabrisas era plano, de cristales templados de seguridad y contaba con 2 generosas aletas laterales para mayor visibilidad, montado sobre un marco realizado con chapas plegadas, con un único limpia parabrisas central.

La capota realizada en lona con recubrimiento de material vinílico tenía incorporada la luneta de acetato de celulosa, su accionamiento era manual y plegable, las puertas consistían en un armazón de hierro forrado en el mismo material que la capota con la particularidad de ser del tipo quita y pon, con ventanillas de acetato que se abrían por medio de cierres de cremallera.

El interior combinaba líneas modernas con sencillez y funcionalidad, el tablero alojaba los comandos de limpia parabrisas y el tambor de ignición, poseía una consola central que albergaba la palanca de cambios al piso, su instrumental estaba compuesto por un juego de instrumentos circulares: velocímetro con odómetro, nivel de combustible, amperímetro, manómetro de presión de aceite, siendo opcional el tacómetro.

La columna de dirección tenía incorporadas las llaves de luces, giros y bocina, contando con un volante deportivo de madera con rayos de aluminio.

Las butacas estaban realizadas en PRFV tapizadas con telas vinílicas mientras que el asiento trasero actuaba como tapa de baúl donde se colocaba la capota, crique y herramientas.

Las llantas hechas con aleación de aluminio eran de diseño exclusivo fabricadas por Auto Ruedas de 7 x 15”.

El 17 de marzo de 1975 se realizó la presentación oficial en el concesionario oficial Citroën de la empresa Llaneza Hnos. distribuidor exclusivo del Cheetah 03.

Una publicidad en la revista Corsa auguraba el éxito de la fabricación hasta que una de las sucesivas crisis económicas de la Argentina termina con otro emprendimiento nacional, en primer lugar el desabastecimiento reinante en la época y luego la devaluación conocida públicamente como “el Rodrigazo”, ponen fin a la continuidad de la producción.

En total se fabricaron 16 unidades con motores 0 Km y usados (los cigüeñales eran importados y Citroën no podía retirarlos de la aduana).

En 1976 Nicolás Palacios cierra Lar Automóviles Deportivos y se radica en Brasil, donde fallece en Mayo de 2020.

Tomado de : http://www.cocheargentino.com.ar/coche_argentino2010/cheetah_03.htm

Cheetah en competición

En su breve historia, el Cheetah llegó a participar en carreras de la FABU (Federación Argentina de Buggies), con un prototipo pilotado por Alejandro Pugliese.

Al no contar con preparación alguna en el motor, sumado a la pequeña cilindrada y la refrigeración por aire, se encontraba en clara desventaja frente a sus competidores, en su mayoría con mecánica Renault Gordini. Sin embargo, su comportamiento dinámico, y su configuración de motor y tracción delantera, ayudaban a reducir esta brecha.

Pugliese además, poseía una concesionaria, donde se ofrecían los autos completos, “llave en mano” mientras Palacios los comercializaba en forma de kits.

Luego de aquella experiencia, Alejandro Pugliese continuó su carrera como piloto con Citroen, conquistando dos campeonatos:

  • 1976: Campeón Citroen Standard (Zonal)

  • 1978: Campeón Citroen Semipreparados (Zonal).

Siguió vinculado a Citroën Argentina, como presidente de Automobiles Lyon (Concesionario oficial de la marca) y como asesor deportivo de los equipos oficiales de competición.

Sahara

Tiempo después de finalizar aquella experiencia, el Cheetah tuvo un pequeño renacimiento, bajo el nombre Sahara, a través de La firma Tit-Car S.R.L., sita en Necochea 1358, CABA, que lo ofrecía en Argentina en forma de Kit.

Dado que los precios se daban en Australes, podemos localizar este emprendimiento como posterior a 1983.

Influencias de diseño

Como en casi todos los buggies de la época, las corrientes estilísticas de diseño europeo y norteamericano tuvieron una marcada influencia en el diseño del Cheetah. En particular, el Autobianchi A112 Giovanni, diseñado por Pininfarina, y presentado como un concept “one off” en el Motor Show de Ginebra de 1973, exhibe notorias similitudes con el diseño de Palacios, aunque construido sobre la base del A112 estándar, con un motor Abarth de 58HP. El mismo fue concebido como un vehículo de entrada de gama para el público joven, y no llegó a producción. El prototipo se encuentra hoy, en manos de un coleccionista privado.

http://www.lopresto.it/it/collezione/auto-it.html?view=article&id=104&catid=22

El Cheetah en la Actualidad

Si bien muy pocos ejemplares sobrevivieron, este modelo goza del privilegio de ser uno de los pocos buggys que aún hoy (2022) se fabrican. La firma Tec Plast, de Jorge Garrone, modificó la carrocería para adaptarse al chasis original de Citroën, permitiendo que el nuevo kit pueda montarse sobre un chasis estándar (también obtenible comercialmente) sin modificaciones.

La firma Auto Ruedas, que desarrolló las llantas de aleación exclusivas del modelo, aún se mantiene funcionando, y en alguna breve charla con nuestro club, manifestaron que posiblemente aún contaran con las matrices del modelo.